jueves, 30 de noviembre de 2006

Criogenia

Han logrado lo impensable. Han congelado el momento. Los esfuerzos de cientos de siglos dieron por fin frutos, y hay logrado la felicidad eterna.

¿Quién no ha soñado alguna vez poder vivir el momento por siempre?

El primer beso, la realización de un sueño, el reencuentro con los seres queridos. Todo puede durar por siempre ahora.

Las expresiones, las lágrimas, la risa. Todo perfectamente visible y quieto, como una obra de arte, y expuesto luego en los más grandes museos, como piezas maestras.

¡La realidad ante sus ojos! ¡Los más bellos momentos para usted!

Y lo único que aquel sentirá es el amor por su primer hijo, que acaba de nacer; y ella nunca dejará de pensar en el día en que él le dijo que la amaba.

Y yo. Contemplando aquel cuadro. La muchacha que ha logrado cumplir su sueño. Una hermosa bailarina.

Nunca me sentí más contenta que el día en que mi hermana subió a ese escenario.

Por eso ahora lo veré por siempre.

Congelando el momento.

jueves, 23 de noviembre de 2006

Muerte

Algo que tenía dando vueltas en la cabeza. Sin vestigios de perfección literaria. Pero tenía que escribirlo de todos modos. Se aceptan sugerencias



El miedo a la muerte es tan sólo un vil engaño, una fantasía. Decir que se teme a la muerte es una máscara para encubrir otro miedo: el terror a lo desconocido.

Morir es abandonar, dejar atrás toda una vida. Los recuerdos, los secretos, las ideologías. Todo se pierde entre las lágrimas de los que aún respiran y que alguna vez nos amaron.

Dejar de pensar. Allí reside la causa del miedo, porque es un estado que nos es desconocido. Vivimos de sensaciones, es a lo que estamos acostumbrados. Vivimos pensando cuando estamos despiertos y soñando cuando estamos dormidos. La muerte nos lo quita todo y nadie nos prepara para recibirla.

Es también nuestra condición de seres pensantes y racionales la culpable del tormento de la espera. Porque sabemos que tarde o temprano llegará, inevitablemente; Porque sabemos que desde que nacimos fuimos condenados a morir, y que ya no hay vuelta atrás. Y desde que nos damos cuenta de esto vivimos con un gran peso en la cabeza.

Tenemos sólo una ventaja: la muerte cae de improvisto, de sorpresa. Digo ventaja, porque si supiésemos día y hora nos volveríamos cada vez más locos, a medida que el fin se fuese acercando. Sin saberlo, en cambio, la muerte lo toma a uno por estando desprevenido y no le da tiempo a reaccionar. Tal vez incluso pueda morir con una sonrisa.

martes, 21 de noviembre de 2006

La Desaparición de la Identidad


Nombres y nombres y listas, y listas, y listas.

Listas con nombres que olvido, que recuerdo, que vuelvo a olvidar.

Nombres en listas que me miran y me dicen “Si. Tú me conoces”

pero sigo sin saber quiénes son.

Listas y más listas garabateadas en colores,

mil almas que yo desconozco.

Y luego en las listas

mi nombre.

Si. Yo sé quién soy.

Pero lo olvido

Y ya no soy nadie.

Sólo un nombre garabateado en colores.

sábado, 18 de noviembre de 2006

El Laberinto





El laberinto es casi transparente

por eso tus labios caminan casi ciegos

y tus ojos tantean casi sordos

y tus oídos buscan casi mudos

y casi

casi

casi llegas

Pero tus cabellos tropiezan

y tus uñas se pierden

y tu corazón deja de respirar

y tus pulmones dejan de latir

en el laberinto que es casi transparente

sábado, 11 de noviembre de 2006

De los celos, el amor y el deseo

A veces las cosas que se hacen para el colegio salen bastante bien...
.
......Acerca de mis sentimientos por Carlota
....................................................Por Homero Del Carril

......Más que otra cosa en el mundo deseo tenerla, que sea mía. El sólo hecho de imaginar mis manos recorriendo el blanquecino cuerpo de Carlota me produce escalofríos y me eriza la piel. ¡Oh! ¡Si tan sólo fuese mía! ¡Sólo mía! Grandes momentos de placer brindaría yo a esa dama, momentos que nadie jamás podrá brindarle. Pero Carlota no es mía, no por completo; ella es su propia dueña, lo presiento; ella no se entregará completamente a mí. ¡Oh! ¡Pero cómo la deseo!, al igual que otros muchos; pero yo seré su dueño antes que cualquier otro. Ella está más cerca de mí. Ella es mi línea de llegada, mi meta, mi horizonte, y cuando la alcance estaré completo.
..........Estoy cerca. Puedo sentir su perfume, su aliento, su respirar tranquilo. Porque Carlota está aquí, a mi lado, dormida, tal vez incluso esté soñando conmigo.
..........Despierta. Dejo de lado mis sueños y poso mi atención en ella. Me mira y me sonríe (¡En verdad son bellos sus ojos y su sonrisa!). Se acerca muy despacio. Me besa. No puedo posponerlo más. Las palabras quieren salir de mi boca. Hago la pregunta
..........- Contéstame por favor, Carlota. Dime: ¿Eres tú por completo mía?
..........- Por supuesto que sí - contesta- Yo soy toda tuya
..........Entonces los sueños se esfuman, el deseo se esfuma, el amor se esfuma. Alcancé mi meta. ¿Qué más queda? Vuelve a besarme, pero esta vez el beso no sabe a nada

lunes, 6 de noviembre de 2006

Tarde


Ya es tarde

tarde para soñar
tarde para desear
El peso o del tiempo ha quebrado ya nuestras espaldas
y la vida ya no es ni la sombra de lo que alguna vez fue

Ya es tarde para amar
tarde para ser amado
El mundo ya no nos pertenece
hemos desperdiciado nuestra oportunidad
y ahora no podemos culpar a nadie más que a nosotros mismos

Ya ha pasado nuestro tiempo
ya lo hemos destruido todo
y pesa en la conciencia de los que aún viven
y que llegaron tarde para reparar nuestros errores

Ya es tarde para reír
tarde para tener fe
y no hay vuelta atrás
Las huellas de nuestros pasos se fueron borrando mientras avanzábamos
(o quizás hayamos retrocedido)
y ya no volveremos por ese camino

Las arenas del reloj han caído
y ya es tarde para darlo vuelta
y permitirnos un minuto más

Ya es tarde para recordar
tarde para remediar
tarde para despedirnos
Hemos de dejar este suelo para alguien que sepa apreciarlo
renunciando a lo que una vez nos perteneció

Ya es tarde para tantas cosas...
Pero nunca es demasiado tarde para sufrir
y nunca es demasiado tarde para llorar

miércoles, 1 de noviembre de 2006

Sin respuesta

Hace un tiempo me preguntaron qué era el olvido
Y les respondí que no lo recordaba

Luego me preguntaron qué era la alegría
Pero la risa no me dejó contestar

Cuando me preguntaron qué era la tristeza
Me puse a llorar, y salí corriendo sin responder

Un hombre quiso saber qué era la guerra
Pero por el estrépito de una bomba no escuchó mi respuesta

Antes me habían preguntado qué era el amor
Pero me puse a soñar, y me olvidé de contestar

Finalmente me preguntaron qué era el abandono,
Y los dejé con la palabra en la boca.