La condenada

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Condenada para siempre
Fue aquella la sentencia
En silencio viviría
Hasta el fin de su existencia

Soledad es su verdugo
Prisionera de su mente
En la inmensa oscuridad
De su angustia creciente

Una máscara ha creado
Con una falsa sonrisa
Hecha de sueños ajenos
Que llegaron con la brisa

Más detrás del denso velo
Hay un rostro enamorado
Ilusiones de un futuro
Con deseos realizados

Hay un dejo de esperanza
Entre la melancolía
Sus palabras bien pensadas
Quieren ver la luz del día

Ella guarda en una caja
Sus sentimientos ajados
Son para ella los secretos
Sus tesoros más preciados

Si algún día los descubres
Aunque ya se haya marchado
Enséñaselos al mundo
Es lo que siempre ha deseado