domingo, 28 de enero de 2007

La fortuna según yo

La fortuna es un niño que juega con sus miniaturas de plástico.

Caprichosamente las mueve de aquí hacia allá. A veces se le caen al piso y los levanta enseguida; otras veces quedan allí por un tiempo, hasta que otro caído le recuerda que debe volverlos a parar.

El niño vive entre el desorden de millones de muñecos, millones de vidas. Hay siempre alguno que se pierde entre la multitud, y otros que desaparecen debajo de la cama y allí quedan, en la más profunda miseria, el más profundo olvido.

No todos los muñecos entran en el piso, así que el niño guarda sus favoritos en estantes cada vez más altos. Pero como todo infante tiene etapas, y tal vez quien alguna vez ocupó el estante de más arriba pase de moda, y termine en un cajón, con los que pocas veces ven la luz del sol.

Y como a cualquiera de su esas, los muñecos no le duran para siempre: algunos se van desgastando de a poco, y el niño los conserva hasta que no dan más y luego los tira a la basura; a otros (a veces a propósito, otras sin qurer) les rompe un brazo o una pierna. Aunque incompletos, muchas veces los conserva, pero otras veces no.
Algunas miniaturas vienen defectuosas, y esas son las que duran menos. A otros él mismo los hace defectuosos: les pinta los ojos, les derrite la cara o les muerde las orejas, y así quedan hasta que van a parar al tacho...




Menos mal que yo no creo en la fortuna.

4 comentarios:

Administrador dijo...

muy linda la metàfora....saludos, q tengas fortuna...

Angeles dijo...

De esa forma yo tampoco quisiera creer en la fortuna!!!

Abrazos muchos.

Warren/Literófilo dijo...

Leyendo tus gustos literarios veo que ellos también se impregnan en tus letras quiero decir, muy tolkiniana la historia, te epsero en mi blog y en mi intento de novela, saludos.

Anónimo dijo...

LA FORTUNA DE... es algo que los ricos no tienen. Ellos sólo tienen la suerte de...

YAO MINGA www.mundoyaoming.blogspot.com